El pazo de Mugartegui, un palacete barroco, coronado por el escudo rococó. // Gustavo Santos
El pazo de Mugartegui preside una de las plazas emblemáticas de la ciudad de Pontevedra y en su fachada destaca el gran escudo con las armas del mayorazgo de Quintáns, en San Esteban de Noalla. Su colocación fue todo menos fácil: dos procuradores síndicos denunciaron que el propietario, José Manuel Valladares, no tenía derecho a usar esas armas y tuvo que probar su nobleza antes de que se emitiese una Real Provisión y se permitiese que la suntuosa labra, condenada en principio a ser depositada en un almacén, ocupase el destacado lugar en el que sigue casi 240 años después.
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